Volviste.
Te siento.
Te extrañé un montón.
Ahora enseñame de nuevo a quien sacarle las garras y a quien ronronearle.
Volví de lo de mi madrina con un gato místico corretendome entre las piernas, con un citrino que me quema las manos, el corazón lleno de amor y una sensación tibiecita adentro.
Cambié de cristal y el mundo se ve un poco diferente.
Hay mas luz.
Y mucho camino por andar.
3 comments:
Volviste
y ahora somos tres.
Tú, yo y el gato que colecciona sueños de colores.
Bonito,
;)
lejos fui testigo de lo solo que se queda el trigal..
gracias por volver
:)
A Cat le gusta ese gatito negro. Querría tocarle la nariz con sus bigotes.
¡Miau!
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