Sunday, May 10, 2009

Alta tensión.

Recién llego del cine. Trasnoche. Sobrecarga.

Fuimos a ver El Lector, excelente. Salí en estado de shock. Volví a mi casa caminando como Hanna, lenta, pausada, mecánicamente.

En mi cabeza sonaba Marc Anthony:
Valió la pena
lo que era necesario para estar contigo amor
tú eres una bendición...

Y aparece la pregunta: ¿Qué vale la pena?
¿La aparente fascinación que me genera alguien con su mente?
¿La tibieza blanda de alguien mas convencional, mas "normal"?
¿La incertidumbre de no saber si es ella la que se queda con los restos o es que eligen cambiarme por algo mejor?
¿El secreto que se me resbala entre la comisura de la boca cada vez que puede?

No sé, quizás caminaba como Hanna, que por no admitirse pagó por demás. Quizás es que nada vale mucho la pena.


Mi árbol se mece con un viento invisible en la pared y me dice que me vaya a dormir, que mañana me voy a despertar con sus hojas y sus flores y el mundo va a tener mas sentido que hoy.

5 comments:

Favio said...

muy buena la película y tranquila niña, la senación de vacio sólo dura hasta que llega la mano que nos salva :)

La Caperucita que se enamoró del lobo. said...

Me gusta :)

Favio said...

decía nomás pero siempre necesitamos de los demás, que hasta Dios se aburrió de estar solo a pesar de ser todo poderoso y decidió crear a alguien...

No te preocupes, ya llegará la persona que desequilibre tu mundo ;)

F.G. Pole Dance said...

Qué lindo tema wunderkind!!
Ya ya ya me voy a ver The reader.

Dara said...

Las cosas valen la pena en función de la importancia que queramos darles. Siempre ha sido así.



un miau pausado