...y nada...
Domingo muy dominguero, olor a brownie saliendo de la cocina, pocas horas de sueño encima, jogging, parte de arriba del piyama, pullover y buzo enorme (sexy, huh?).
Uno de esos dias en los que no sé qué me pasa conmigo pero no me gusto nada, esa sensación de estar tainted, de no ser suficiente, de no ser lo suficientemente algo - lo que se requiera para la circunstancia o persona a la que uno se refiera-. No ser la hija que mi mamá quisiera tener, la hermana role model para mi hermano, la novia para el sol ese que me ama, la amiga que quisiera ser para mis amigos, la nieta que se merece mi abue, la prima para mis primas, la sobrina para mis ti@s.... y así sucesivamente en una progresión hacia el infinito que termina diciéndome: ay nena, mirá lo que hiciste con las cartas que te fueron entregadas! Tenias una sola mano para jugarlas y la estás cagando...
La estaré cagando, qué sé yo! Últimamente se me dio por pensar -y me habian advertido de los efectos nocivos que esto podia traerme, pero nunca escucho demasiado atentamente- acerca de la vida y esta porquería de estar a menos de un año de la mayoría de edad.
¿Adulta? ¡Ni en pedo!! Gracias, pero no.
Pero estoy viendo la vida un poco desde otro lado: lo que siempre pregoné de que no hay blanco y negro, sino una infinita escala de grises se hace realidad. No hay todo o nada, no hay extremos, es todo un medio inconsistente e insatisfactorio que me ahoga un poco, que me arrastra a la mediocridad en la que la gente se apoltrona satisfecha y a la que quiero rechazar con todas mis fuerzas.
¡Pero es tan cómodo ser parte de la masa!
Ningún ojo fijo en vos, no hay presiones, no hay tiempos, nadie te corre y te podés hundir en el sopor que viene incorporado: casa - bondi - facu - bondi - casa, las rutinas, las mismas caras de siempre, los mismos problemas de siempre y las voces que se confunden en tus oidos, todas iguales, todas somniferos.
Quiero gritar y me quedo callada, escucho a Placebo que tiene un efecto similar al de su nombre.
Quiero irme lejos, donde nadie me conoce, hacer cosas buenas, salvar gente, curarlos, darles vida, pero tengo que esperar. Esperar 4 años y unos meses, si todo sale bien, hasta estar en la mitad de mi veintena desperdiciada entre libros, dolores de ojos y de culo para ser lo que mas quiero ser en la vida: sanadora.
Quiero casarme, tener hijitos, tener una casa, un perro y un gato, un auto, un sueldo, un trabajo fijo que me guste, pero tambien tengo que esperar.
Me tengo que poner on hold, en stand by, en pausa, congelada, criogenizada, inmóvil como un muñeco de cera y me da un cagaso... porque estuve pensando acerca de la vida y me di cuenta de que cada minuto que desperdicio es un minuto que no vivo... y quiero vivir, aunque no esté muy segura de a que me refiero con vivir.
No comments:
Post a Comment