Unveiled
La verdad se revela. Escribo las palabras y ella las lee... y me reponde, no me bloquea, no se va, se queda y me responde que tiene miedo. Le pido perdón, espero que me perdone, pero me necesita tanto como yo a ella y no me va a dejar. Se ve que lo pensó porque vuelve a la carga horas después y me repite que está confundida y que tiene miedo. Le sonrio del otro lado del monitor con un poco de tristeza y le digo la verdad: te amo por lo que sos y por lo que fuiste, por quien sos y por lo que vas a ser y por quien me haces ser. Con él ya habia abierto la jugada, ya sabia, pero esta vez llega y no cierro la ventana. Sabe quién es del otro lado y se para al lado de la silla, esperando que cierre la conversación, que me ponga nerviosa y que lo distraiga, pero no. Lo dejo leer. Dejo que sus ojos vean las palabras de afecto, esperando que entienda que a pesar de todo es importante para mi saber que está ahi, que no la perdí nunca porque ella me hace bien. A la distancia, de una forma extraña y solitaria, pero nunca del todo solitaria nos hacemos bien; saberla pensando en mi me hace feliz, porque yo pienso en ella. Ahora sabemos todos las reglas del juego. Espero que no me sale la herida, porque con mi confesión le abro la puerta y Dios sabe que no me podria bancar un relato pormenorizado de sus amorios. Espero que sepa reacomodar su corazón para que quepamos todos como hice yo. Porque caben todos y los amo. Se ve que había espacio de sobra y no me había dado cuenta hasta ahora...
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