Tuesday, September 27, 2005

Sin palabras

De pronto, la derrota.
Todo lo que podría haber sido
se cae a pedazos.
Todo lo que esa victoria implicaba
solo acentúa lo que se perdió.

El soldado en el campo de batalla.
El soldado perdedor
en el campo de batalla enemigo.

Un arma inútil que se rompe
y el casco le pesa en la cabeza.
La incredulidad se apodera
antes de que llegue la decepción.

Y se repite "no voy a creerte nunca mas
aunque ya no tenga nada en qué creer".

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